Robinson Canó proclamó que, de alzarse el equipo oriental con el título en la Lidom, no continuará su trayectoria en el béisbol profesional.
Desea fungir como gerente.
Parece que el sino, los astros y las “estrellas” sortearon la gran ilusión de Robinson Canó.
Solo existe un motivo por el cual el capitán de las Estrellas Orientales prosigue en el diamante a sus 42 años.
Festejar un campeonato invernal en San Pedro de Macorís junto a los suyos.
Canó es uno de los escasos atletas que ha triunfado en todos los torneos donde ha competido.
Se coronó con los Yanquis en 2009, elevó la enseña dominicana a lo más alto en el Clásico Mundial de 2013.
Recientemente, brilló en la Liga de México con los Diablos Rojos.
También se llevó la Serie del Caribe con los Tigres del Licey en 2023.
Con las Estrellas no ha probado la dulzura de la victoria.
Incluso, cuando los orientales rompieron la sequía de cinco décadas sin titularse, Canó permanecía fuera del plantel.
Después, los dirigidos por Fernando Tatis alcanzaron tres finales sucesivas, pero no lograron rematar, aun teniendo a su capitán en el roster.
Esta vez podría ser la definitiva… Canó adelantó que, si las Estrellas conquistan el cetro este año.
Colgará los spikes y se mantendrá lejos de los terrenos un lapso.
“Tengo esa decisión muy clara.
En verdad, son bastantes años jugando y considero que debo dedicarles más tiempo a mis hijos y a mi familia.
Amo este deporte y por eso quiero brindar a mi pueblo lo que merece y celebrarlo con ellos.
Desde que ganemos, estimo que no seguiré”, afirmó el intermedista. Robinson Canó.
Actualmente, las Estrellas Orientales ocupan la cima de la clasificación, empatadas con los Tigres.
Sería la cuarta final consecutiva para los verdes, que siempre parten como candidatos en cada una de las últimas series que enfrentan.
“Es complejo llegar hasta ese escenario y fracasar, pero creo que nos hallamos cerca y que estamos ejecutando un buen trabajo.
La medalla de plata en el béisbol no se festeja, así que queremos alzar la copa si avanzamos.
Ahora contamos con mucho talento y un plantel curtido en situaciones de esta naturaleza”, comentó el capitán verde.
¿Qué sucederá tras la despedida?
En caso de que los verdes se coronen, Robinson se concentraría en labores gerenciales, o al menos esa es su intención.
Luego de dedicar más tiempo a su familia, aspira a reincorporarse al mundo de la pelota, pero como “un hombre de oficinas”.
“Deseo estar en las oficinas, con mayor serenidad y menos presión.
Llevo ya varios meses empapándome del negocio y es lo que planeo para cuando culmine mi carrera”, continuó el toletero.
En la presente zafra, en nueve encuentros, bateó para .353, despachó un cuadrangular y remolcó seis.
En el round robin, exhibe average de .417, con un jonrón y ocho carreras impulsadas.
¿Cómo anhela ser recordado?
Aun después de vivir dos episodios complejos en Grandes Ligas por infringir la política de sustancias.
Robinson pretende que lo reconozcan como “un gladiador del béisbol”.
Confesó que atesora los momentos más valiosos de esta disciplina.
“Quiero que, al pensar en mí, perciban a alguien que lo entregó todo en el terreno y que vivió cada juego con genuina felicidad”, culminó el intermedista.
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